Un lugar para perderse

Un pequeño rincón de paz donde la naturaleza se presenta en su estado más puro. Con su fina arena dorada y rodeada de vegetación, esta playa de 130 metros de longitud ofrece un ambiente íntimo y relajado, perfecto para quienes buscan desconectar y disfrutar de la tranquilidad del mar.

El fuerte oleaje de Mourillá no es excusa para disfrutar de un entorno agradable y en plena naturaleza, con un entorno rural y virgen, lejos de las urbanizaciones, que la convierte en un lugar ideal para quienes valoran la serenidad por encima de todo.

Aunque es accesible en coche, Mourillá no dispone de servicios turísticos salvo un camping. Si buscas una experiencia de playa tranquila, en un entorno natural preservado, este es un lugar perfecto para disfrutar de la costa gallega.